Aunque todos esperaban unos resultados extraordinarios, la realidad ha sido mejor, y con ello la subida de la acción y el Split a la vista. Hemos repasado algo de historia, declaraciones y análisis para traer nuestra reflexión de este viernes. ¿La clave del éxito? Según su CEO: coraje y esfuerzo
Nvidia ha registrado ventas x 2,6 y beneficios x 6 en su primer trimestre fiscal 2024 vs 2023. La compañía de moda ha logrado un éxito absoluto gracias a una aplicación de producto que no existía en su fundación ni en gran parte de su historia. El desarrollo de la robótica, la IA y la conducción automatizada, fundamentalmente, han requerido de chips más potentes y veloces. Nvidia sí que estaba en eso.
Veamos algunas particularidades de la compañía:
Nvidia es un lugar deseado, es el segundo lugar del mundo más deseado para trabajar, según Best Places to Work. Y no es de extrañar, si entras a su página de empleo lo primero que encuentras alto y claro es su lema “Where employees come to do their life’s work”.
En su web hay ahora mismo 1.114 vacantes, más de la mitad son posiciones de ingeniería. Hemos revisado algunas y además de solicitar altas capacidades técnicas requieren autonomía, capacidad de comunicación, habilidad interpersonales, orientación al proyecto y pasión por el desarrollo de nuevos productos y servicios. Suponiendo que todo es verdad, y así lo creemos, se entiende su magnetismo.
Pero hay otro lema que nos ha llamado poderosamente la atención, y es que en Nvidia el cliente no es el jefe, ni tiene siempre la razón, en Nvidia “The project is the boss”.
Tras este breve acercamiento a la empresa nos centraremos en él, Jensen Huang, antes de americanizarlo era Jen-Hsun Huang, mucho más fácil de recordar castellanizando su nombre a Jesús Juan.
Taiwanés que llegó a Kentucky con 9 años y sin inglés. Principios difíciles que, según dice, fueron mágicos para aprender a afrontar retos por sí mismo: “Hubo muchas ocasiones para contratiempos y sufrimiento en mi vida. Tuve que enfrentarme a situaciones de acoso e insultos antiasiáticos en mi etapa escolar”.
Huang también valora como parte del éxito el hecho de haber tenido bajas expectativas tras graduarse en Standford. Cuando menos chocante, ¿verdad? De nuevo traemos sus palabras: “La mayoría de los graduados de Stanford tienen expectativas muy altas. El problema es que la gente con expectativas muy altas tiene muy poca resiliencia y, por desgracia, la resiliencia es muy importante en el éxito”.
Su tercera receta es humildad, dolor y sufrimiento. Frase que hoy se utiliza “in company” deportivamente, como requisitos para ser mejor, para ganar. Una vez más, recurrimos a sus consejos a los alumnos de Stanford: “Recomiendo encarecidamente a todos que comiencen su primer trabajo en el negocio de restaurantes, les enseña humildad y a trabajar duro".
Siendo presidente y CEO de una de las pocas compañías billonarias del mundo ha asombrado recientemente su mensaje animando a los padres a que no empujen a sus hijos a aprender a programar, eso lo hará la IA, ya lo hace la IA. Mejor dedicar los esfuerzos a las ciencias, la medicina, la educación y la agricultura. Arriesgado, desde luego. Me congratulo de no tener que decidir eso con mis hijos que ya van acabando sus estudios.
En todo caso, hemos tenido una última reflexión sobre la capacidad de mantener el ritmo en la IA y la IAG considerando su altísimo consumo energético. ¿Podrá mantenerse antes de la llegada de la fusión nuclear? O quizás sea un momento estratégico para países o regiones muy ricas en renovables como Andalucía y Canarias. Donde, además, se puede empezar trabajando en un restaurante, desarrollando la resiliencia y el trabajo duro.